Las prácticas de cuidado, tales como el cuidado centrado en la familia, así como el entorno físico juega un papel en los resultados neurológicos de un infante. El tercer trimestre y los primeros tres meses de vida, a veces conocido como el "cuarto" trimestre, son períodos críticos de desarrollo cerebral y neurosensorial.1 Esto es especialmente crítico para el bebé prematuro que puede estar pasando por esta etapa de desarrollo fuera del entorno protector del útero de la madre. Se necesita atención especial para evitar interrupciones, daños o privaciones en el entorno social y físico del bebé que pueden crear déficits permanentes en los sistemas neurosensoriales en desarrollo. 1
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Hay muchos factores dentro de una UCIN que pueden obstaculizar o facilitar el desarrollo del cerebro en los recién nacidos. Hilary Whyte, Profesora de Pediatría, Hospital of Sick Children en Toronto, Canadá, explica en profundidad cómo ciertos eventos, medicamentos y otros estímulos afectan el desarrollo y la función del cerebro, y cómo se pueden minimizar los efectos negativos. (Inglés).
La luz es un tema complejo cuando se trata de la UCIN. Varios estudios han demostrado que un entorno de luz de apoyo reduce el nivel de cortisol, prolonga la duración del sueño, estimula la liberación de hormonas de crecimiento y estimula el desarrollo temprano de un ritmo circadiano.2, 3 Este artículo trata sobre proteger al bebé de la luz intensa y apoyar el ritmo circadiano del sueño y la vigilia con la exposición a la luz cíclica.
1 Marshall, Jennifer. Early Childhood Education Journal, 2011, Volume 39, Number 3, Page 175
2 Graven SN. Early neurosensory visual development of the fetus and newborn. Clin Perinatol. 2004, 31(2):199-216
3 Rivkees SA. Emergence and influences of circadian rhythmicity in infants. Clin Perinatol. 2004 Jun;31(2):217-28